Hace una semana Uber levantaba $361.2 millones a una valoración de $3.500 millones en total. Para los que no conoce Uber, es un servicio de traslados con chofer que se pide de manera práctica y sencilla a través del móvil, en España lo mas parecido es Cabify, aunque hay servicios similares como Mytaxi o Hailo.

De los $360 millones que levantó Uber, lo mas llamativo es que Google Ventures puso $258 millones. Llamativo por que es la inversión más grande que ha hecho Google Ventures, y también por que su fondo era de $300 millones. En su momento el CEO de Uber Travis Kalanick dijo que los fondos serían para expandir nuevos mercados, marketing y hacer lobby para combatir los “esfuerzos anti-competitivos”.

Por dos días estuve pensando en como se iban a gastar el dinero, y no llegué a ninguna conclusión, hasta que un par de días después Uber anunciaba que se compromete a comprar 2.500 coches sin-conductor de Google los cuales son los primeros en tener licencia comercial para ser utilizados en Estados Unidos. Inimaginable (por lo menos para mi humilde cerebro) y a la vez brillante la jugada de Google, se paga y se da el cambio, y a la vez tiene una prueba de concepto a gran escala para sus coches sin-conductor.

Imaginaros un coche sin conductor que se pide por el móvil, que te busca a tu casa y te lleva al aeropuerto, todo automatizado y sin interacción humana… pues eso es lo que se acaba de asegurar Uber, que aunque no afectará toda su flota, es un “pequeño” experimento que podría ahorrarle costes.

Cuando esto llegue al B2C, la pregunta que nos tendremos que hacer es que si todos los habitantes de la casa necesitaremos coches, ya que el mismo coche podrá servir para llevarme al trabajo, buscar la compra del mercado, buscar al niño del cole, llevarle al futbol y estar a tiempo para buscarme temprano en el trabajo.

No creo que veamos coches voladores como nos prometió Hollywood a finales de los 80’s pero esto es el futuro… y ya está aquí. Bienvenido sea el futuro…